Menorca.Info El Supremo avala a los ayuntamientos para poner límites a la telefonía móvil
En el fallo del alto tribunal se considera que los consistorios pueden entrar a regular mediante ordenanza la emisión de radiaciones electromagnéticas en sus respectivos territorios
Carles Marquès, Ciutadella 13/06/2010
La Sala Tercera del Tribunal Supremo (TS) ha dado un nuevo espaldarazo a las ordenanzas municipales de telefonía móvil que los distintos ayuntamientos menorquines aprobaron al final de la primera legislatura de Joana Barceló. En contra de lo que ha venido sosteniendo reiteradamente el Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJB), cuya doctrina es "de todo punto contradictoria" con la del TS, según ha admitido este mismo tribunal, los ayuntamientos pueden entrar a regular mediante ordenanza la emisión de radiaciones electromagnéticas en sus respectivos territorios. En un fallo reciente, con fecha de 27 de abril, el Supremo reconoce, en este sentido, la "legitimidad" de los ayuntamientos para establecer límites adicionales a los contemplados en la normativa estatal para estas emisiones. La sentencia, a la que ha tenido acceso "Es Diari", anula el fallo anterior del TSJB que declaró nulos, a petición de Telefónica Móviles, diversos preceptos de la Ordenanza municipal de telefonía móvil de Sant Lluís, referidos a medidas de aviso, protección de espacios sensibles y zonas saturadas. La sentencia dictada el 22 de febrero de 2006 por el TSJB anuló, entre otros, el precepto que introdujo un límite de emisión de 0,1 micro W/cm2, inferior al que recoge el Real Decreto estatal 1066/2001 begin_of_the_skype_highlighting 1066/2001 end_of_the_skype_highlighting, y el que ordenaba mantener un espacio de protección de 200 metros alrededor de los espacios de concentración y permanencia continuada de "población sensible", tales como guarderías, centros geriátricos y centros de educación infantil. Por último, impedía también que el ayuntamiento pudiera "condicionar" la concesión de licencias urbanísticas en determinadas zonas "saturadas".
Sobre este punto, han venido discrepando el Ayuntamiento de Sant Lluís, y la compañía Telefónica Móviles España SA. El primero considera posible fijar normas de protección que superen los límites que marca la normativa estatal, que en su opinión tienen simplemente un carácter de mínimos; para la segunda, en cambio, no cabe tal posibilidad. En coherencia con la doctrina jurisprudencial que ha venido manteniendo al respecto hasta hoy, el TS ha resuelto, con algún matiz, esta cuestión a favor de la competencia municipal.
El fallo deja a las claras las diferencias de apreciación entre el Supremo y el Tribunal Superior de Justicia sobre esta cuestión. En la sentencia que impugnó el Ayuntamiento, el TSJB se mostró taxativo al afirmar que "el Ayuntamiento de Sant Lluís no dispone de competencia objetiva para introducir mayores limitaciones en lo que hace a los niveles de inmisión electromagnética (...) frente a los niveles ya vigentes en la normativa estatal". Una cuestión, ésta de las limitaciones de índole sanitario, que el tribunal consideró "la más trascendente" entre las que se planteaban. Y concluía: "La introducción de mayores limitaciones sólo puede hacerse por la Comunidad autónoma de las Illes Balears". Echaba en cara, así, al consistorio santlluïser que no se apoyara en la normativa autonómica para introducir mayores restricciones a los niveles estatales, "como ha sucedido -recordaba- en la Comunidad Foral Navarra y en Cataluña, entre otras varias comunidades autónomas".
El Ayuntamiento de Sant Lluís, por su parte, ha negado desde el principio que invada "competencia alguna de otras instituciones, porque, en todo caso, los niveles establecidos en el Reglamento estatal han de tener la consideración de mínimos tolerables, pero en ningún caso de máximos. La invasión de competencias -tal es su argumentación- se produciría en el caso contrario, es decir, en el caso de que la ordenanza pretendiera suavizar los niveles de exigencia que establece la norma estatal".
Pero el fallo del TSJB que ahora ha sido anulado cuestionaba otros aspectos de la ordenanza. Así, aseguraba desconocer "cuáles son los análisis técnicos seguidos por el Consell insular de Menorca (...) a los efectos de concluir que las emisiones radiomagnéticas deben alcanzar un entorno no superior al de 0,001 W/m2; que la superación de éste puede ser dañino para la salud de quienes se encuentran en las inmediaciones de las antenas de telefonía móvil existentes en el municipio de Sant Lluís, y que, por último, el nivel de emisiones que ha fijado el Real Decreto de 28 de septiembre de 2001 no satisface al derecho a la salud de los vecinos de dicha población". Su conclusión era inequívoca: "El Ayuntamiento de Sant Lluís debe atenerse, de forma plena, a la regulación básica estatal vigente (...), sin introducir nuevos parámetros de control para los que carece de competencias". Éste no es, desde luego, el parecer del Supremo, que, muy al contrario, entiende que los límites fijados en la normativa estatal "en modo alguno pueden ser considerados inamovibles, sino susceptibles de mayor restricción".
-- San Francisco será la primera ciudad del mundo en exigir que los móviles muestren su nivel de radiación
Víctor Rodríguez 18 de Junio 2010 08:42 Una nueva normativa aprobada por las autoridades competentes de la ciudad de San Francisco va a requerir a todo fabricante que venda teléfonos móviles a mostrar los valores de radiación que el cuerpo humano absorbe al mantener una conversación a través del terminal.
Era cuestión de tiempo. Recordemos que en diciembre pasado saltó
la noticia de que el alcalde ponía en marcha una propuesta promovida por su departamente de medio ambiente para tal fin. Una propuesta que al final ha prosperado. La sensibilización con el tema de los posibles efectos de las antenas de telefonía móvil sobre la población colindante cada día es mayor. Muchos han sido los estudios realizados hasta la fecha y ninguno ha aportado pruebas concluyentes. No obstante, la inseguridad de no conocer a ciencia cierta los posibles efectos de la energía electromagnética sobre las células vivas hace tomar decisiones como la que nos ocupa en este artículo.
Reacción
La postura de la industria no se ha hecho esperar y han puesto el grito en el cielo. Argumentan que no hay referencias científicas que culpen a las ondas que desprenden nuestros indispensables teléfonos de efectos dañinos contra la salud de quien hace uso de la telefonía móvil. Las empresas del sector van más allá diciendo que este tipo de medidas no harán más que confundir a los consumidores, que verán en estas etiquetas un baremo de teléfonos peligrosos y menos peligrosos. John Walls, vicepresidente de la Asociación de Móviles e Internet, ha matizado que todos los teléfonos vendidos legalmente en EEUU deben pasar controles de seguridad que vigilan este tipo de emisiones, por lo que ningún terminal que salga a la venta puede ser perjudicial.
El debate está servido
Por el contrario, Gavin Newsom, el alcalde de San Francisco, no tiene ningún problema al posicionarse del lado de Sophie Maxwell, una de las promotoras de la idea, argumentando que el consumidor tiene todo el derecho a estar informado sobre dichos valores y los posibles efectos de éstos. Lo que está claro es que la medida se va a llevar a cabo después de haber sido expuesta a votación, la cual ha sido favorable por mayoría.
Sin evidencias
Numerosos estudios se han realizado hasta la fecha. Uno de los más importantes que se ha llevado a cabo, llamado Interphone, ha sido el realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). La prueba empezó en el año 2000 y afectó a 13 países. Diez años más tarde ha sido imposible relacionar el riesgo de padecer algún tipo de cáncer por el uso de los teléfonos. Los propios científicos que han participado en el experimento han reflejado la dificultad del proyecto, ya que el uso de la telefonía móvil ha sido mucho más intensa en los últimos años, sobre todo entre la población más joven, por lo que hay que tomar los datos obtenidos con cierta precaución. Las dudas ahí quedan, y mientras tanto siguen apareciendo estudios tan variopintos como los que relacionan la radiación de los móviles con el comportamiento sexual o los que no aportan evidencias.
Aplicaciones
Ante el boom de los efectos de las radiaciones y la preocupación general de la población, algunos desarrolladores han tenido la iniciativa de crear aplicaciones que miden estos niveles. No sabemos si el funcionamiento será preciso pero os animamos a probarlos. El programa se llama Tawkon y recientemente salió para Blackberry e iPhone
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Ese trabajo de la OMS, llamado "Interphone", aseguraba que el uso del móvil no aumenta el riesgo de cáncer, pese a reconocer que se necesitan más investigaciones, pero, según estos tres científicos, la organización infravaloró las posibilidades de aparición de tumores provocados por el uso de esa tecnología.
Los responsables de este estudio son Lloyd Morgan, de la Universidad de Berkeley (California); Michael Kundi, jefe del Instituto de Salud Medioambiental de la Universidad de Viena, y Michael Caldberg, de la Universidad de Orebro, en Suecia.
Los tres han elaborado un informe denominado "Revaluación del estudio Interphone", en el que aseguran que el trabajo de la OMS "infravaloró sus resultados al menos en un 25 por ciento" de los casos, y detallan que han estudiado las conclusiones obtenidas entonces incluyendo nuevos factores.
"Cuando se aplica nuestro factor de corrección, no sólo encontramos el riesgo de que aparezcan meningiomas -un tipo de cáncer cerebral-, sino que, por cada año que una persona usa el teléfono móvil, el riesgo aumenta un 24 por ciento", aseguró hoy Morgan en un comunicado de prensa.
Según ese científico, "por cada cien horas de uso de teléfono móvil, el riesgo de que aparezcan meningiomas aumenta el 26 por ciento".
"Lo que hemos descubierto indica que va a haber una gran pandemia de tumores cerebrales a no ser que se alerte a la población y se la anime a cambiar el uso que realizan hoy en día de la telefonía móvil", aseveró Morgan, quien animó a que "los teléfonos móviles se mantengan alejados siempre de la cabeza y el cuerpo".
Según explicó Carlberg en el mismo comunicado, "los resultados del estudio Interphone presentan graves problemas de parcialidad que resultan en la infravaloración de los riesgos. Si aplicamos nuestro factor de corrección, se demuestra que el riesgo real es mayor que el que se presentó inicialmente".
El estudio "Interphone", publicado el mes pasado en la revista International Journal of Epidemiology, se basa en análisis realizados a casi 13.000 personas y es la mayor investigación epidemiológica sobre tumores cerebrales jamás llevada a cabo.
"Interphone iba a ofrecer la respuesta final acerca del riesgo que supone el uso de la telefonía móvil, pero finalmente acabó por despertar más preguntas que respuestas", aseguró por su parte el profesor Kundi en el mismo comunicado, donde habla de "errores en el diseño y problemas durante la ejecución del estudio". EFE
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